Ahora que recibo tratamientos con plasma, me enfermo mucho menos y casi nunca estoy en el hospital. Es realmente increíble que las personas donen y realmente se necesita en el mundo.
Estuve cerca de morir un par de veces
Me internaban seguido y estuve cerca de morir varias veces. Las enfermedades leves me hacían enfermarme mucho, como la vez que se hinchó mi epiglotis porque me engripé durante unas vacaciones. Esta hinchazón bloqueó mi vía respiratoria y me tuvieron que intubar y sedar durante días. Enfermarse tan seguido era horrible.
Hace unos años, me operaron para extraerme tumores de oído de una enfermedad secundaria y, luego de la operación, se formó una grave infección muy cerca de mi cerebro. Mi doctor dijo que eso casi nunca pasa. Él sabía que algo más debería estar sucediendo y me hizo pruebas de deficiencia inmune. Allí fue cuando nos enteramos que tengo inmunodeficiencia primaria.
La terapia de plasma me cambió la vida
Luego de ser diagnosticado, comencé la terapia con plasma. Ahora tengo más energía. Puedo realmente participar en la vida y puedo juntarme con mis amigos. Me enfermo mucho menos y casi nunca estoy en el hospital. Y aunque me perdí de casi la mitad del año escolar antes de que me diagnosticaran, ahora puedo aprovechar mis clases al máximo. Estoy entre los mejores de mi clase y obtengo notas excelentes. Recientemente, descubrí mi amor por montar bicicletas de montaña. Todavía me canso y a veces todavía tengo algunas dificultades, pero estoy casi tan saludable como cualquier otra persona que conozco.
Siempre voy a necesitar plasma
No existe una cura para mi enfermedad, por lo que probablemente necesite una infusión intravenosa de plasma una vez por semana durante el resto de mi vida. Eso significa que dependo mucho de los donantes. Quiero que ellos sepan que realmente marcan una diferencia en el mundo—para mí y para muchos otros.