La adversidad me llevó a mí, y a otros, a salir adelante
Luego de perder mi pierna y pasar por todo lo que pasé después, me esmeré más que nunca. En la actualidad, ayudo a operar organizaciones de beneficencia para ayudar a hombres y mujeres a superarse. Es más que solo esa medalla al final de una carrera, es unirse para ayudar a las personas a alcanzar sus metas físicas.
No existe la sangre artificial
Sobrevivimos situaciones como la mía gracias a los héroes no reconocidos que donan sangre. Me dieron una pierna artificial porque perdí una extremidad, pero no existe la sangre artificial. Y nunca sabes dónde va a parar esa sangre, pero, siempre que donas, estás marcando una diferencia en la vida de las personas.